martes, 15 de marzo de 2011

sigue lloviendo al corazón...


En los días de invierno lluviosos no hay mejor cobijo que el que te da una manta que te envuelve mientras te acurrucas en el sofá, siendo consciente del frío que hace fuera…y entonces pensar en mil cosas a la vez que te empapas de la nostalgia que transmite la escena.
Nada que ver con las tormentas de verano. Siempre me han despertado una sonrisa. Mojarme mientras corro a un lugar resguardado escuchando mis zapatillas chapotear en todos los charcos con los que me cruzo.
Escuchar llover desde la cama; los truenos, relámpagos, el agua que cae. El olor del pueblo cuando cae un chaparrón. Los besos bajo la lluvia.

Para poder ver el arco iris debes de aguantar la lluvia, y no hay mejor manera de esperarlo que siendo positivos y con una sonrisa en la cara.

Hoy llueve, yo vuelvo…para quedarme, algún día enseñaré mi arco iris.


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